El equipo de la Dra. Ramírez se esfuerza por proporcionar un ambiente acogedor y profesional para todos sus pacientes. Sin embargo, las opiniones varían entre quienes han visitado la clínica. Algunos pacientes elogian el trato amable y profesional de la doctora y su personal. También destacan la puntualidad en las citas y la limpieza del lugar.
Por otro lado, hay quienes mencionan que el tiempo de espera puede ser prolongado, a pesar de tener cita previa. También han señalado que la comunicación podría mejorar, especialmente en la explicación de los procedimientos y costos.
El horario de la clínica es bastante accesible: de lunes a viernes de 8:00 a 17:00 y los sábados de 8:00 a 13:00. Este horario permite a los pacientes adaptarse fácilmente a sus compromisos diarios y acudir a sus consultas sin mayores inconvenientes. La clínica permanece cerrada los domingos.
Para programar una cita o consultar más detalles, los interesados pueden comunicarse al teléfono +1 787-255-1665. Aunque la experiencia de los pacientes varía, muchos coinciden en que la Dra. Ana M. Ramírez Fernández cuenta con habilidades profesionales sólidas y un deseo genuino de mejorar la salud bucal de sus pacientes.
La clínica de la Dra. Ana M. Ramírez Fernández es una opción viable para aquellos que buscan servicios dentales en Cabo Rojo, aunque hay áreas donde podrían mejorar para elevar la satisfacción general de sus pacientes.
CÓMO LLEGAR AHORA
LLAMAR: +1 787-255-1665
Dirección: Ave 125, Cll Pedro Albizu Campos, Cabo Rojo, 00623, Puerto Rico
Horario de Ana M. Ramírez Fernández, DMD
Lunes:8:00-17:00martes:8:00-17:00miércoles:8:00-17:00jueves:8:00-17:00viernes:8:00-17:00sábado:8:00-13:00domingo:Cerrado
Opiniones de Ana M. Ramírez Fernández, DMD
El consultorio dental de la Dra. Ana M. Ramírez Fernández, DMD, ha recibido una evaluación media de 3.2 sobre 5 basada en la experiencia de diversos pacientes. A continuación se presenta un análisis detallado de estas opiniones.
En primer lugar, destaca recurrentemente una crítica severa hacia la recepcionista del consultorio. Varios pacientes coinciden en que esta persona no muestra empatía ni amabilidad. Una visitante mencionó explícitamente que la recepcionista es «una antipática» y que se percibe una mala vibra en la oficina desde el momento en que uno entra. Otro paciente también expresó descontento debido a la falta de amabilidad y profesionalismo de la encargada del mostrador, enfatizando la importancia de la primera impresión en cualquier servicio.
Asimismo, las críticas se extienden a la organización y atención al paciente dentro del consultorio. Un paciente describió cómo la doctora casi lo manda a casa sin siquiera haber verificado sus placas, y tuvo que ser él mismo quien preguntara por ellas. Además, enfrentaron largos tiempos de espera para la siguiente cita, a pesar de encontrarse en gran dolor y con pérdida de peso debido a su situación. Esto refleja falta de consideración hacia las necesidades inmediatas de los pacientes.
Otro caso ilustra la gestión ineficaz de emergencias dentales. Un paciente, que ha sido cliente por años, narró su frustrante experiencia cuando fue a la oficina con un dolor insoportable un viernes y le dijeron que debía regresar el martes debido a que no se atendían emergencias ese día. Este tipo de falta de flexibilidad en atender urgencias puede resultar en una mala experiencia y disuadir a los pacientes de regresar.
A pesar de estas críticas, hay quienes expresan que la atención de la Dra. Ana M. Ramírez Fernández es buena. No obstante, las opiniones negativas respecto al personal de apoyo y el manejo administrativo parecen contrarrestar cualquier aspecto positivo relacionado con su habilidad profesional.
Si bien la Dra. Ana M. Ramírez Fernández, DMD podría ser competente en su campo, las reiteradas quejas sobre el comportamiento y actitud del personal en recepción, así como la organización deficiente y la falta de manejo adecuado de emergencias, afectan significativamente la percepción general del consultorio. Esto demuestra la importancia de un equipo profesional y empático para mantener un estándar elevado de atención dental y satisfacción del paciente.